Europa League: United-Barcelona

El Barcelona vuelve a fracasar en Europa

El Barcelona vuelve a fracasar en Europa
Pedro Antolinos

Europa le sigue quedando grande al Barcelona. El equipo de Xavi quedó eliminado a las primeras de cambio en la Europa League después de caer en Old Trafford ante el United (2-1) tras una segunda parte en la que se desmoronó por completo. Los culés se fueron al descanso con un gol de ventaja gracias a un pueril penalti de Bruno Fernandes y los de Ten Hag le dieron la vuelta gracias a los goles de Fred y Antony. Como ya pasó con la Champions, la Europa League y el United fueron demasiado para un equipo que se hace pequeño cuando sale de España.

Lo dijo Xavi en la previa y no quiso negar la realidad. Y vaya si lo hizo. El duelo ante el United de la Europa League iba a medir la eficacia de un Barcelona que está para liderar en Liga pero que en los últimos años ha demostrado que Europa se le queda grande. Con Messi en la plantilla le dio hasta para llegar llegar, a pesar de los papelones, casi a la meta de la competición pero tras la marcha del argentino ni si quiera ha sido capaz de superar la fase de grupos. La temporada pasada hubo tragedia europea y esta también. La dureza de los rivales a los que se midió no le resta responsabilidad a un equipo que casi por obligatoriedad tiene que estar al menos en las eliminatorias.

La Champions retrató al Barcelona antes del Mundial pero en el camino se encontró a United que también iba a servir de termómetro para el actual Barcelona. De la mano de Ten Hag y Casemiro, el conjunto inglés está reviviendo poco a poco después de años de zozobra y salir victorioso de Old Trafford siempre te deja claro que estás para grandes cosas. Eso era justo lo que necesitaba saber un equipo culé con claros problemas de autoestima contra los grandes. No era cuestión de que fueran octavos o la competición en sí, era una cuestión de orgullo personal ante la adversidad. Por mucho que se quiera sacar el pecho por los triunfos ligueros, el mayor termómetro de un equipo grande está en Europa.

Con eso en la mente desde que se salió de la curva en Champions, Xavi quiso ganar fiabilidad en Old Trafford con la fórmula de los cuatro centrocampistas que tan bien le ha funcionado en Liga en los últimos tiempos. Sin Gavi ni Pedri, el entrenador catalán tiró de Kessié y Sergi Roberto. La otra opción era Ferran pero Xavi prefirió abrigarse aunque lo quisiera disimular dejando claro que con cuatro centrocampistas también se ocupan los espacios de los extremos. No hay nada malo en echarle cemento al equipo para evitar que todo se desmorone a la primera racha de viento. La historia se lo ha enseñado al Barcelona de los últimos años.

Y el United comenzó como se esperaba, arrasando. Bruno Fernandes a los dos minutos tuvo la primera bola de gol pero Ter Stegen volvió a salvar al conjunto culé. El pan suyo de cada día. Después lo intentó Casemiro desde lejos y al instante Turpin no vio una presunta falta de Busquets dentro del área. El Barcelona, como si se tratara de una guerra, debía ganar terreno a través del control o estaba condenado a caer en la trinchera.

El Barcelona poco a poco fue monopolizando el control hasta que Bruno Fernandes todo a Balde dentro del área y Turpin pitó penalti. Lewandowski lo metió. Aun quedaba un mundo pero el equipo de Xavi se aseguraba casi la prórroga en Old Trafford. El gol animó a un Barcelona que siguió haciendo lo que mejor sabe: jugar con el tiempo con la pelota en los pies. Todo ante un United que lo intentaba con ansia pero que se quedaba blanco de ideas en la zona de tres cuartos rival.

El gol fue un jab para el equipo de Ten Hag que estuvo aturdido durante minutos. Incluso los de Xavi tuvieron la oportunidad de sacar una renta mayor antes del descanso. Old Trafford era un funeral ante la genial primera parte de un Barcelona que estaba dando un golpe sobre la mesa en uno de los estadios más importantes de Europa… aunque fuera en la segunda competición europea.

El United resurge y el Barça se viene abajo

Pero todo cambió tras el descanso. Nada mas arrancar la segunda mitad, Fred recibió un balón al borde del área y la clavó a la cepa del palo izquierdo de Ter Stegen. Eliminatoria igualada. Todo había cambiado y al minuto el habilidoso Antonhy tuvo en sus botas un balón de gol a Rashford pero se le fue largo. Old Trafford era una caldera y el Barcelona estaba contra las cuerdas.

Entre rebote y rebote, Rashford también tuvo la ocasión de hacer el segundo. Minutos atrás andaba a placer, y ahora era golpeado y golpeado. Al fútbol no se le apoda como noble arte, pero el Barcelona estaba a punto de besar la lona. El United estaba loco por la música y Koundé estuvo a punto de castigar un desmán inglés pero De Gea sacó una mano genial para despejar un balón que se iba a la escuadra.

La segunda parte era del United y el Barcelona reclamaba cambios. Ferran entró por Sergi Roberto antes del momento de la noche. Todo ocurrió en el 73′. Ahí, el balón llegó a los pies de Antony, levantó la cabeza y se la cruzó a Ter Stegen para que el alemán no pudiera llegar. El United le estaba dando la vuelta al partido en una segunda parte espléndida en la que el Barcelona había desaparecido por completo.

La lógica dicta que el Barcelona debía perseguir la igualada, pero las piernas decían otra cosa. El United siguió buscando el tercero y el Barcelona la tuvo en un balón que sacó Varane de la línea. La historia estaba escriba. El conjunto culé volvía a caer a las primeras de cambio después de una segunda mitad en Old Trafford en la que se apagó por completo. Europa ha vuelto a poner en su sitio al conjunto culé. Le pasó factura.

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